miércoles, 3 de agosto de 2016

Mas maluco que un caldo de babas


245 dólares por 6 nidos y 3 cajias rojas, (me dicen que la cajita transparente la dan de ñapa). Toda una ganga. Los nidos, recolectados en algún lugar de Indonesia,  traídos a este país con el único objetivo de satisfacer un snobismo culinario estilo narcocó como le llamo yo, los vimos para mi sorpresa el fin de semana pasado.

Mas de un campesino habrá tenido que arriesgar  y en muchos casos, perder su vida encaramandose  al techo de cuevas de alguna isla perdida en Indonesia, destruyendo hábitats (nunca mejor dicho),   por la sencilla razón de que como estos nidos son de los alimentos mas caros en todo este planeta, pues vale la pena correr el riesgo.

Un producto que se paga caro, que se puede obtener realtivamente fácil, ¨lo único¨ es que hay que correr un riesgo para que lo paguen en dólares, y quien mejor para correr ese riesgo que algún paisano jodido de alguna república bananera. Cuento viejo y mal contado.

Lo que a la final llegará a la mesa no es otra cosa que un caldo de babas, babas de golondrina para ser precisos. Según los entendidos,  estos nidos son una delicia, por la sencilla razón que son babas de alta pureza que llaman. Es decir no hay rastros de hojas, ramas u otros elementos en el nido, que reduzcan la calidad de semejante babosada.

El comensal, al que a estas alturas ya se lo podrán imaginar,  tomará la foto de rigor, y la compartirá con un mensaje que aluda por igual al virtuosismo del cocinero y  a los varios cientos de dólares que cuesta ese sabor ¨de otro mundo¨ que hacía rato no volvía a probar. El impoluto empaque rojito de la foto terminará en donde terminan todos los empaques, y su baboso contenido, luego de un corto tránsito por ese desagradable  humano, terminará en ese agujero donde terminan las virtudes de todo chef.



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